En la actualidad, las «cubiertas extensivas» están ganando popularidad debido a sus múltiples beneficios ambientales y de eficiencia energética.
Este tipo de cubiertas se caracterizan por requerir poco mantenimiento, ya que utilizan vegetación que no necesita riego constante ni cuidados especiales.
En este artículo, exploraremos qué son las cubiertas extensivas, cómo se diferencian de las cubiertas intensivas, sus ventajas, cómo adaptarlas a diferentes climas, y compartiremos ejemplos prácticos y recomendaciones.


Diferencias entre cubiertas extensivas e intensivas
Para entender mejor las cubiertas extensivas, es crucial diferenciarlas de las cubiertas intensivas. Las cubiertas extensivas son aquellas que, una vez instaladas, funcionan de manera autónoma.
Utilizan un sustrato de poco espesor y vegetación resistente que no requiere riego ni mantenimiento frecuente.
Por otro lado, las cubiertas intensivas se asemejan más a un jardín tradicional en una azotea, necesitando riego regular, abono y poda. Estas diferencias determinan no solo el tipo de plantas utilizadas sino también el uso y mantenimiento que cada tipo de cubierta requerirá.
En nuestra experiencia, la elección entre una cubierta extensiva y una intensiva depende en gran medida del clima local y del propósito de la cubierta.
Por ejemplo, en ciudades como Madrid o Alicante, donde las precipitaciones son escasas en verano, una cubierta extensiva puede no ser viable sin algún tipo de riego, lo que contradice su definición tradicional.
Beneficios de las cubiertas extensivas
Las cubiertas extensivas ofrecen varios beneficios significativos:
- Eficiencia energética: Ayudan a regular la temperatura del edificio, reduciendo la necesidad de aire acondicionado en verano y calefacción en invierno.
- Sostenibilidad: Utilizan vegetación autóctona que no requiere riego constante, contribuyendo a la conservación del agua.
- Biodiversidad: Fomentan la biodiversidad urbana al proporcionar hábitats para diversas especies de plantas e insectos.
- Estética: Aportan un valor estético a los edificios, mejorando su integración en el entorno urbano.
Estos beneficios hacen que las cubiertas extensivas sean una opción atractiva para aquellos que buscan soluciones ecológicas y de bajo mantenimiento.
Adaptación de cubiertas extensivas a diferentes climas
El éxito de una cubierta extensiva depende en gran medida de su adaptación al clima local.
En climas mediterráneos o continentales, como los de gran parte de España, es fundamental elegir plantas que puedan sobrevivir con poca agua y en condiciones de alta exposición solar.
Gramíneas y otras especies autóctonas son ideales para este propósito.
En nuestra experiencia, las cubiertas extensivas en lugares como Alicante o Madrid requieren una planificación cuidadosa. Es necesario considerar sistemas de riego de emergencia para los meses más secos. Aunque tradicionalmente una cubierta extensiva no debería necesitar riego, en estos climas, el riego ocasional puede ser esencial para mantener la vegetación viva y funcional.
Implementación y mantenimiento de cubiertas extensivas
La implementación de una cubierta extensiva comienza con la instalación de una capa de impermeabilización adecuada para proteger la estructura del edificio.
A continuación, se coloca una capa drenante para evitar la acumulación de agua y una capa de sustrato ligero que permita el crecimiento de la vegetación.
En el caso de las cubiertas extensivas, el mantenimiento es mínimo. Sin embargo, es importante realizar inspecciones periódicas para asegurarse de que el sistema de drenaje funcione correctamente y para remover posibles malezas.
En nuestra experiencia, el uso de un sistema de telecontrol para el riego y la fertilización puede ser una excelente manera de asegurar que la cubierta se mantenga en buenas condiciones con el mínimo esfuerzo.
Caso práctico: Cubiertas extensivas en España
Un ejemplo destacado de cubiertas extensivas en España es el proyecto realizado por SingularGreen en Finestrat. Este proyecto incluyó 590 m² de ajardinamiento divididos en varias cubiertas, algunas con césped (intensivas) y otras con una mezcla de especies subarbustivas y de flor.
Durante la instalación, se prestó especial atención a la impermeabilización y al sistema de drenaje para asegurar la durabilidad y funcionalidad de las cubiertas. Estos proyectos demuestran que, con la planificación adecuada, es posible implementar cubiertas extensivas incluso en climas desafiantes.
Innovaciones en cubiertas extensivas
Las innovaciones en el campo de las cubiertas extensivas continúan avanzando, mejorando tanto la eficiencia como la sostenibilidad de estos sistemas.
Tecnologías como los sistemas de riego hidroporosos y el uso de materiales reciclados para la retención de agua están cambiando la manera en que diseñamos y mantenemos las cubiertas verdes. Estas innovaciones no solo facilitan la implementación de cubiertas extensivas en climas difíciles sino que también mejoran su rendimiento a largo plazo.
Paso a paso de una cubierta «casi» extensiva
En este proyecto arrancamos desde la capa de impermeabilización, los forjados poseían ya el aislamiento y la posterior formación de pendientes. En este caso se opta por una impermeabilización con lámina de PVC por su resistencia a la penetración de raíces.
Una vez instalada la impermeabilización, los desagües se sellaron y se realizó la prueba de estanqueidad, llenando las cubiertas de agua y revisando a lo largo de un par de días que no se producían filtraciones.
Los siguientes pasos a seguir en la ejecución fueron la colocación de la capa separadora, la capa drenante y la capa filtrante.
En el caso de las cubiertas cántir se instaló como capa separadora un geotextil de 100 gr/m2 de polipropileno no tejido, como capa drenante y de retención una lámina nodular de polietileno de alta densidad y como capa filtrante y absorbente un geotextil de 500 g/m2 no tejido de 100% poliéster reciclado.

Una vez instaladas estas tres capas, era el momento de distribuir parte del sustrato, que llegó a la obra en big bags. El transporte de este material hasta los puntos de trabajo fue posible gracias a la pluma con la que contábamos en obra.
Después de haber extendido una primera capa de sustrato, procedimos a la colocación del riego por medio de tuberías principales de polietileno a las que se conectaron tuberías exudantes.
Este sistema quedó oculto bajo una segunda capa de sustrato.


Antes de colocar la segunda capa de sustrato que dejaría ocultas las tuberías en el caso de las cubiertas cántir, pasamos a solucionar los detalles de los desagües y los perímetros. Como hemos dicho al inicio, el colocar riego contradice el concepto de cubierta extensiva, por lo que siendo puristas, no se podría considerar como tal, pero en este caso primaba la viabilidad de la vegetación.
En este caso, con la manta retenedora realizamos perímetros que evitaban el paso de tierra.
Posteriormente se rellenaron de grava.






En las cubiertas donde se realizó el semillado una vez que se había extendido todo el sustrato, pasamos el rulo para compactar el terreno, posteriormente el rastrillo, esparcimos las semillas y volvimos a pasar el rastrillo y el rulo, finalizando con un riego manual.
Las especies que se eligieron para esta cubierta son una mezcla formada por especies herbáceas vivaces, subarbustivas autóctonas de matorral, garrigas de la mitad este y sur peninsular, gramíneas anuales y vivaces de flor, que requieren poco mantenimiento.
Después de unos 6 meses el aspecto de esta cubierta vegetal extensiva era este:
Conclusiones y recomendaciones
En conclusión, las cubiertas extensivas son una solución eficaz y sostenible para mejorar la eficiencia energética de los edificios y promover la biodiversidad urbana.
Sin embargo, su éxito depende de una planificación cuidadosa y una adaptación adecuada al clima local. Es crucial considerar el uso y mantenimiento de la cubierta desde el inicio del proyecto para asegurar que cumpla con las expectativas y requisitos específicos.
Desde nuestra experiencia en SingularGreen, recomendamos siempre evaluar el clima y las condiciones específicas del sitio antes de decidir entre una cubierta extensiva o intensiva.
En muchos casos, una combinación de ambos tipos puede ser la mejor solución para lograr un equilibrio entre bajo mantenimiento y estética atractiva.