El jardín vertical de Madnum, representa una intervención destacada de renaturalización urbana en el centro de la ciudad de Madrid. Este proyecto, diseñado y ejecutado por SingularGreen, no solo mejora la fachada del edificio, sino que también tiene un impacto significativo en la sostenibilidad ambiental, la eficiencia energética y la biodiversidad de la zona. En este artículo, exploramos las cifras clave del proyecto, los criterios de selección de especies, el uso eficiente del agua y cómo este jardín vertical cumple con los objetivos del Factor Verde de Madrid.
Antecedentes y Condicionantes del Proyecto
En marzo de 2024, la Inmobiliaria Colonial Socimi encargó a SingularGreen el diseño del anteproyecto de un jardín vertical en “U” para las fachadas ciegas del Módulo 1A del edificio de oficinas (edificio Boreal), ubicado dentro del complejo Madnum, en la calle Méndez Álvaro, de Madrid. El jardín vertical fue concebido como un elemento dinámico que no solo embellece, sino que también evoluciona con el tiempo, reflejando los cambios estacionales y los ciclos naturales de la vegetación.

El jardín vertical debía cumplir con la idea de ser un sistema vivo que se desarrolla y diversifica en el tiempo, marcando estaciones y cambios de floración de especies autóctonas de bajo consumo de agua. Se pensó como una solución natural que sirviera también como un polo de atracción cultural, elevando el perfil ambiental y visual del complejo.
KPIs y Datos de Impacto del Jardín Vertical de Madnum
El jardín vertical no solo es una intervención arquitectónica y estética, sino también un proyecto de sostenibilidad urbana con un impacto esperado en términos de eficiencia energética, calidad del aire y uso del agua. A continuación, se presentan los principales KPIs y datos clave que respaldan los beneficios de esta intervención.
Cifras clave del proyecto:
- Superficie vegetal instalada: 904,66 m²
- Composición vegetal: 60% de especies autóctonas y 40% de especies alóctonas de bajo consumo hídrico
- Densidad de plantación: 30 plantas/m²
- Sistema de riego: Automático con recirculación y control remoto
- Reducción de la Transmisión de Ruido: la fachada incorpora un sistema de lana de roca especial de jardinería, que no solo actúa como sustrato para el jardín vertical, sino que también mejora el aislamiento acústico del edificio. Este sistema ayuda a reducir la transmisión de ruidos exteriores, contribuyendo a un ambiente interior más confortable.
- Impacto estimado en eficiencia energética: la intervención no solo mejora la estética, sino que tiene un impacto directo en la eficiencia energética del complejo.
- – Reducción del efecto isla de calor: El jardín vertical contribuye a la mitigación del efecto isla de calor urbano, creando un microclima alrededor del edificio que mejora la temperatura exterior inmediata y reduce la necesidad de climatización artificial.
- Mantenimiento de la temperatura en locales colindantes: el sistema de lana de roca no solo sirve como sustrato, sino que también mejora la resistencia térmica de la envolvente del edificio, asegurando que no se genere contaminación térmica en el entorno urbano y cumpliendo con las exigencias térmicas de la Ordenanza de Protección Térmica.
Selección de Especies y Biodiversidad
La selección de especies vegetales para el jardín vertical fue un proceso que consideró el clima de Madrid, la orientación de las fachadas, y las condiciones específicas del espacio. Las especies elegidas no solo tienen que ser resistentes al sol y a las altas temperaturas, sino también adaptarse a las características de la fachada vertical y ofrecer un impacto visual atractivo durante todo el año.

Criterios clave de selección:
- Clima específico de la zona:
Madrid presenta veranos calurosos y secos e inviernos fríos. Las especies seleccionadas están adaptadas a la zona climática 9a, donde las temperaturas mínimas oscilan entre -6,7°C y -3,9°C. Esto asegura que las plantas puedan sobrevivir en las condiciones extremas de la ciudad. - Orientación de la fachada:
La fachada en la que se instalará el jardín vertical tiene orientación sur-este, lo que implica una exposición solar directa durante la mayor parte del día. Esta característica obliga a seleccionar plantas resistentes al pleno sol para garantizar su crecimiento y adaptación a las altas temperaturas que se alcanzan en verano. - Condicionantes arquitectónicos:
Además de la adaptabilidad al clima, la selección de especies se basa en ofrecer una diversidad de texturas y colores que garantice una imagen dinámica y atractiva durante todo el año. La combinación de plantas de diferentes tamaños y colores, junto con algunas especies cambiantes que alteran su apariencia con las estaciones, asegura que el jardín vertical mantenga un interés visual continuo.
Criterios particulares de selección:
- No uso de especies invasoras: las especies elegidas no figuran en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras, lo que asegura que no afecten negativamente al ecosistema local.
- Bajo mantenimiento: se priorizaron especies con bajos requerimientos de riego, poco propensas a plagas y enfermedades, y con necesidades mínimas de poda.
- Combinación de especies perennes y caducas: para garantizar que la fachada tenga un aspecto verde durante todo el año, se seleccionaron plantas perennes, combinadas con algunas especies caducas para añadir un efecto cambiante a lo largo de las estaciones.

Sostenibilidad en el Uso del Agua: Riego Hidropónico
El jardín vertical de Madnum emplea un sistema de riego hidropónico con recirculación, lo que garantiza un uso eficiente del agua y minimiza el desperdicio.
Detalles técnicos del sistema de riego:
- Recirculación de agua: El sistema recoge el agua no absorbida por las plantas, la filtra y la reutiliza, reduciendo el consumo de agua potable.
- Control remoto: Gracias a la tecnología avanzada de control remoto, el sistema ajusta las necesidades hídricas de las plantas en tiempo real, asegurando un riego preciso y eficiente.
Este enfoque permite que el jardín vertical se mantenga de manera sostenible, utilizando el mínimo de agua necesario y contribuyendo al ahorro hídrico en un contexto urbano de alta demanda.
Jardín vertical Madnum y el Factor Verde de Madrid: Cumplimiento de los Objetivos
Jardín vertical Madnum y el Factor Verde de Madrid se alinea perfectamente. El Factor Verde de Madrid, es un parámetro normativo que establece criterios específicos para integrar infraestructuras verdes en los edificios y contribuir a la sostenibilidad ambiental de la ciudad. Este jardín no solo cumple con los requisitos básicos del Factor Verde, sino que supera las expectativas al incorporar infraestructuras verdes verticales que mejoran el confort térmico, la calidad del aire y la biodiversidad local.
Cumplimiento de los objetivos del Factor Verde:
- Reducción del efecto isla de calor:
El jardín vertical actúa como aislante térmico, disminuyendo las altas temperaturas urbanas, especialmente durante el verano. - Mejora de la calidad del aire:
El jardín contribuye a capturar CO₂, mejorar la humedad relativa y filtrar partículas contaminantes del aire, promoviendo un ambiente más saludable en el entorno urbano. - Biodiversidad urbana:
La selección de especies autóctonas y adaptadas favorece la biodiversidad local, creando un hábitat para insectos, aves y otros organismos esenciales para el equilibrio ecológico urbano.
El jardín vertical contribuye a superar el coeficiente mínimo de 0,35 establecido por el Factor Verde, lo que refuerza su papel como modelo de sostenibilidad urbana.
Impacto a Largo Plazo: Un Jardín que Crece con Madrid
A medida que el jardín vertical madure, su impacto en la ciudad se amplificará.
La biodiversidad aumentará, el ahorro energético se consolidará, y los beneficios ambientales seguirán creciendo.
Este proyecto no solo es una referencia de sostenibilidad para el complejo Madnum, sino que también marca el camino para futuros desarrollos urbanos en Madrid y otras ciudades.